domingo, 18 de abril de 2010

Escenas Eliminadas de Ciudad de Cristal

Escena 1: Jace y Clary

El estruendo del derrumbe fue decayendo lentamente, como humo desvaneciéndose en el aire. Fue reemplazado por el alto chillido de pájaros asustados; Clary podía verlos sobre los hombros de Jace, dando vueltas en círculo contra el cielo oscuro.
Jace - dijo ella bajito- creo que ya ha terminado.
Él se echó para atrás ligeramente, sosteniéndose sobre los codos, y bajó la mirada hacia ella. Incluso en la oscuridad ella podía verse reflejada en sus ojos; su rostro estaba surcado por el hollín y la suciedad, el cuello de su camisa rasgado.
Sin pensarlo, ella levantó su mano, sus dedos rozando suavemente por el cabello de él. Ella lo sintió tenso, sus ojos oscureciéndose.
– Había hierba en tu pelo –dijo ella como una excusa. Tenía la boca seca; la adrenalina corría por sus venas, no solo por el peligro en el que se habia expuesto. Todo lo que acababa de ocurrir, el ángel,el derrumbe de la casa... parecía menos real que lo que veía en los ojos de Jace.
-No deberías tocarme –dijo él.
Su mano se congeló donde estaba, su palma contra su mejilla. -¿Por qué no?
- Tu sabes porque- dijo el, luego - Viste lo que yo vi ¿no?, el pasado, el angel, nuestros padres-
- Lo vi-
- Tu sabes lo que paso-
- Muchas cosas pasaron, Jace-
- No por mi- Sus palabras salieron en un angustiado susurro. - Tengo sangre de demonio, Clary. Sangre de Demonio. Entiendes eso, ¿no?
- Eso no significa nada. Valentine estaba loco. El solo estaba desvariando-
- ¿Y Jocelyn?¿Tambien ella estaba loca?- Sus ojos se posaron en los suyos como taladros dorados.
- Yo se lo que valentine estaba tratando de hacer, Clary. El estaba tratado de crear hibridos - angeles/humanos y demonios/humanos. - Eres la primera, Clary, yo soy el ultimo. Soy en parte montruo. En parte todo aquello que he intentando tan duramente extinguir, destruir.-
-Eso no es verdad. No puede ser. No tiene sentido-
- Pero si lo es- Había una desesperación furiosa en la expresión de Jace. Ella podía ver el destello de la cadena de plata alrededor de su garganta desnuda, iluminando como una baliza bajo la luz de las estrellas. - Eso lo explica todo.-
Ella sacudio su cabeza tan fuerte, que sintio la grama picando contra sus mejillas.
--¿Te refieres a que eso explica por qué eres un Cazador de Sombras tan increíble? ¿Por qué eres leal, e intrépido, y honesto, y todo lo que los demonios no son?
-Eso explica –dijo él sin alterar la voz–, por qué siento de la manera en que lo hago por ti.-
Su aliento siseo entre sus dientes -Jace, ¿Qué quieres decir?-
Él se quedó en silencio durante un largo instante, mirándola - por tanto tiempo que de hecho, ella se preguntaba si el planeaba hablar del todo, o si solo con mirarla era suficiente. Despues de todo, se quedo mirandolo como una inutil. Sus miradas estaban fijas como engranajes, a ella le era mas dificil alejar su mirada de el que poder respirar con agua en los pulmones.
- Eres mi hermana- dijo el finalmente, - Mi hermana, mi sangre, mi familia. Yo deberia estar protegiendote - él se rió quedamente y sin humor–, protegiendote de la clase de chicos que quieren hacer contigo exactamente lo que yo quiero hacer.-
Clary dejo de respirar. El estaba ahi, mirandola pero su expresion habia cambiado - habia algo en su cara que ella nunca habia visto antes, una somnolienta, mortifera, casi depredadora luz en sus ojos. Ella estaba sumamente conciente de la fuerte presion de su cuerpo sobre el de ella, los huesos de sus caderas acoplandose en contra a los de ella, y le dolia en todas partes no poder tocarlo, le dolia casi como un dolor fisico.
- Lo que quiero hacerte- dijo el. Sin pensar en nada mas, solamente en como ella lo deseaba, ella dejo que sus dedos recorrieran desde su mejilla hacia sus labios, trazando la forma de su boca con el tacto de su dedo indice. Ella era recompensada por el alcance de su aliento, el repentino oscurecimiento de sus ojos. El no se movia.
- Que es exactamente lo que me quieres hacer?- ella susurro.
La luz en sus ojos resplandecia. Lentamente inclino su cabeza hasta que sus labios estuvieran en contra a su oreja. Cuando el hablo, ella sintio su aliento rozar su piel, haciendola stremecer: - Te lo podria mostrar. -
Ella no dijo nada. Aun si ella pusiera en orden sus aislados pensamientos para componer las palabras, ella no queria decirle que parara. Ella estaba cansada de decirle no a Jace- cansada de nunca permitirse sentir lo que su cuerpo entero deseaba sentir. Cueste lo que cueste...
Ella lo sintio sonreir, sus labios en contra de su oreja. - Si quieres que pare, dimelo ahora,- le susurro. Cuando ella todavia no decia nada, el rozo su boca contra el hueco de sus sienes. - O ahora.- Sus labios recorrieron sus pomulos en el mas ligero de los besos, un beso de mariposa.
- O ahora.- Su boca recorrio la linea de su quijada. - O ahora.- Sus labios estuvieron en contra los suyos, sus palabras hablaron dentro de su boca. - Ahora,- susurro y luego la beso.
Al principio la presion de sus labios fue gentil, buscando, pero cuando ella respondio instantaneamente - deslizado sus brazos alrededor de el, enredando sus manos en sus cabellos - ella sintio que la presion cautelosa de su cuerpo habia cambiado a otra cosa. De repente el estaba besandola con una presion golpeadora, sus labios aplastando los suyos. Ella probo la sangre en su boca, pero no le importo. Habian piedras clavandose en su espalda, y su hombro le dolia donde se habia golpeado cuando cayo por la ventana, pero eso tampoco le importaba. Todo lo que existia era Jace, todo lo que ella sentia, esperaba, respiraba, deseaba y veia era Jace. Nada mas importaba.
El interrumpio el beso, alejandose, ella lo libero con un suave sonido de renuente protesta. Su boca estaba hinchada, sus ojos grandes y oscuros, casi negros de deseo. El busco los botones de su abrigo, tratando de desabrochar el primero, pero sus manos estaban temblando tan mal que no pudo manejarlo. Clary puso su mano en la suya, maravillandose interiormente por su propia calma - podria ella haber temblado tanto como el lo estaba?
- Dejame hacerlo- ella dijo.
El estaba quieto. El veia como ella desabrochaba los botones, sus dedos lo hacian tan rapido como podia. Su abrigo se abrio. Debajo de este, ella vestia solo una fina blusa de Amatis y el aire frio de la noche, paso a traves de la fina tela, haciendola jadear. Ella alzo sus manos. - Vuelve- ella susurro. - Besame otra vez-.
El hizo un sofocante sonido y cayo en sus brazos como alguien regresando por aire despues de casi haberse ahogado. El beso sus parpados, sus mejillas, su garganta, antes de retornar a sus labios: sus besos ahora eran freneticos, casi torpes en su mayoria - tan distinto de Jace, quien nunca parecia apurarse o precipitarse por nada... Sin el abrigo en medio de ellos, ella pudo sentir el calor de su cuerpo, saliendo desde su camiseta hacia ella; sus manos deslizandose alrededor de ella, debajo de ella los tirantes de su brassiel, marcando su columna, su tacto abrasaba su piel desnuda - ella deseaba tocarlo por todos lados, sujetarlo mientras el estuviera temblando, tal como temblaba ahora - y que no se produciera más espacio entre ellos.
Ella le quito la chaqueta y de alguna forma su camiseta tambien estaba afuera. Sus manos exploraron sus cuerpos: ella corrio sus dedos hacia lo mas bajo de su espalda y sintio las capas de suave piel sobre sus delgados musculos, y algo que ella no habia esperado, algo que ella debia tener - cicatrices, como finas cables por toda su piel. Ella hubiera supuestoque eran imperfecciones, estas marcas, pero no se sentían de esa manera para ella; eran las marcas de la historia de Jace, grabada sobre su cuerpo: el mapa de una vida de guerra y peleas. Ella tocó la cicatriz en forma de estrella de su hombro y se alzo para rozar su boca a traves de esta. Algo frío y metálico chocó con su clavícula, e hizo una exclamación entrecortada por la sorpresa.
Jace se alzo sobre sus codos para mirarla. -¿Qué pasa? –su voz era lenta, casi drogada–. ¿Te he hecho daño?
-No. Ha sido esto –ella tocó la cadena de plata que rodeaba su cuello. En su final colgaba un pequeño aro de metal plateado. Ese anillo –el metal labrado con su diseño de estrellas– ella conocía ese anillo. El anillo de
Morgenstern. Era el mismo anillo que había relucido sobre la mano de Valentine en el sueño que el ángel les había mostrado. Había sido suyo, y se lo había dado a Jace, como había sido siempre a lo largo del tiempo, de padre a hijo. -Lo siento –dijo Jace. Él dibujó la línea de su mejilla con la punta del dedo, había una intensidad como de ensueño en su mirada–. Olvidé que llevaba esta maldita cosa. Un frío repentino inundó las venas de Clary. -Jace –dijo ella en voz baja–. Jace, no.










Escena 2: Simon llega a Alacante y conoce a Aline y Sebastian [Cassandra cambió la escena porque pensaba que Jace quedaría como un manipulador y que sería imposible que Clary le perdonase por hacer algo así] =.=

- ¿Donde estamos? - siseo Simon a traves de sus dientes
- En Alicante- contesto Jace. - La ciudad de Cristal -.Y, cuando Simon se quedo mirandolo, el añadio con un toque de impaciencia:
- Estamos en Idris- se inclino un poco hacia la ventana. - Mira- le dijo, indicandole las torres, - Esas son las torres del demonio. Estan hechas del mismo material en que estan hechas nuestras estelas y cuchillos seraficos. Es un repelente de demonios-
- ¿Porque me has traido aqui? - reclamo Simon, interrumpiendo la leccion de geografia de Jace.
Los ojos de Jace se encontraron con los de el, y por un momento habia algo en ellos - algo casi suplicante - y luego Jace dijo, - Estuviste de acuerdo. Esto es por Clary-
- Yo nunca estuve de acuerdo en nada! - simon golpeo la repisa de la ventana con su puño. El esperaba que le doliera, pero no fue asi, el todavia no se acostumbraba a su nueva fuerza, y el golpe dejo una abulladura en la pared de piedra.
- Espera- se le produjo un pensamiento. - Clary... ¿quieres decir que ella esta aqui?- rapidamente dio media vuelta, esperando verla, pero solo estaba la misma habitacion de piedra. - ¿Donde esta ella?
Jace empujo su cabello hacia atras con impaciencia. - Ella no esta aqui, eso es todo. La intercambie a ella por ti.-
- ¿Que tu que?, ¿De que hablas?, ¿Porque alguien me querria en lugar de Clary?
- Yo que se! - dijo Jace con un poco de su mala intencion, - Desde luego yo no lo haria, pero la Clave es un poco estraña ese sentido. Tienen sus formas -
- ¿La Clave? - Simon miro fijamente a Jace. - ¿Me traiste aqui porque la Clave queria a Clary, y estuviste de acuerdo en entregarme a cambio de ella?.
- Lo se, un truco sucio ¿no?- comento una suave voz.
Simon se dio vuelta e Isabelle Lightwood estaba parada en la entrada. Ella vestia un traje negro y una pegada chaqueta de cuero blanco que hacia contraste con sus cabellos que lucian increiblemente negros.
Al lado de ella, estaba su hermano, Alec, en pantalones vaqueros y una camiseta de mangas largas con una runica marca con garabatos en laparte delantera.
- Jace no nos dijo que tu no sabias hasta el momento en que pasamos definitivamente por el portal, -
Isabelle entro, ignorando la mirada sucia que Alec le estaba dando.
- Mama y Papa estaban furiosos, pero ¿que podian hacer?. La Clave es la Clave y Jace hizo un trato con ellos. No podiamos no cumplir con ello aunque quisieramos.-
- Yo nunca hice un trato- dijo Simon. El miro del impasible rostro de Jace hacia Isabelle - el estaba sonriendo, como si todo esto fuera un juego- luego miro a Alec, quien le miro con sus sospechosos ojos azules y no dijo nada.
- Nunca estuve de acuerdo con nada de esto-
- Claro que lo hiciste- dijo Jace, - Cuando dijiste que harias cualquier cosa por Clary. Esto es cualquier cosa-
Jace lo estaba viendo casi ilusionado; Simon sintio una chispa de furia destellando por dentro y luego apagandose.
- Esta bien - se volteo hacia la ventana. - Dije que haria lo que sea por Clary, y es verdad. Pero respondeme solo una cosa: ¿Porque diablos quieres a Clary fuera de Idris?
- Oh, no me importa de un modo u otro- dijo Isabelle despreocupadamente, luego miro la expresion de Simon y levanto las manos. - ¿Los siento, le estabas preguntando a Jace, verdad?
- Isabelle- dijo Alec, como un grunido.
Jace solo miraba a Simon fijamente. Por un momento Simon penso que el no hiba a decir nada. Finalmente el suspiro. - Mira, Simon-
- ¿Eso es un vampiro?- dijo una suave voz en la entrada.
Una delgada chica se encontraba alli, un chico alto, de cabellos negros se encontraba al lado de ella. La chica era de huesos pequeños, con el pelo brillante tirado atras de su cara, con una expresion traviesa. Su delicada barbilla reducida en un punto como un gato. Ella no era exactamente bonita, pero era muy atractiva.
El chico que estaba al lado de ella era mas que atractivo. Probablemente tenia la altura de Jace, pero parecia mas alto: tenia los hombros amplios, con una elegante e inquietante cara, afilados pomulos y ojos negros. Habia algo estrañamente familiar en el, como si Simon lo hubiera conocido desde antes, aunque el sabia que no era asi. El color negro de sus curvilineas Marcas sobresalian desde el cuello de la camisa del chico, y habia una curvilinea Marca en su rostro, justo debajo de su ojo izquierdo, que sorprendio a Simon - muchos Cazadores de Sombras eran muy cuidadosos de tener Marcas en sus caras.
- Lo podemos ver? - la chica entro, moviendose por la habitacion, el chico detras de ella.
- Nunca antes he estado tan cerca de un vampiro, ninguno que no se haya planeado matar. No puedo creer que mis padres les permitieron dejarlo en la casa. - Ella miro a Simon de arriba a abajo como si ella estuviera midiendolo. - Es lindo para ser un Submundo-
- Debes perdonar a Aline, ella tiene la cara de un angel y los modales de un demonio Moloch- dijo el chico con una sonrisa , presentandose. Tendio su mano hacia Simon. - Soy Sebastian. Sebastian Verlac-
Le tomo un momento a Simon darse cuenta de que el chico le estaba ofreciendo su mano para estrecharla . Perplejo, la estrecho tambien, y tuvo la misma estraña sensacion que habia tenido hace poco: la sensacion de que este chico era alguien que el conocia, alguien familiar.
- Soy Simon. Simon Lewis-
Sebastian segia sonriendo. - Y esta es mi prma, Aline Penhallow. Aline-
- No estrecho las manos con Submundos- dijo Aline rapidamente, y se fue al lado de Jace.
- En verdad Sebastian, a veces eres tan extraño.- lo dijo con acento debil, que Simon noto, no era Britanico ni Australiano, era otra cosa.
- Ellos no tiene alma, lo sabes-
La sonrisa de Sebastian desaparecio. - Aline-
- Es verdad. Es por eso que ellos no se pueden ver en espejos o salir a la luz-
A proposito, Simon se hecho hacia atras, dentro de la franja de luz de sol en frente de la ventana. El sintio el calor del son en su espalda, en sus cabellos. Su sombra estaba proyectada, larga y oscura, a traves del suelo, casi alcanzando los pies de Jace.
Aline tomo un fuerte aliento, pero no dijo nada. Fue Sebastian el que hablo, mirando a Simon con curiosos ojos negros: - Asi que es verdad- dijo el. - Los Lightwood lo dijeron, pero no crei...-
- Que estabamos diciendo la verdad?- dijo Jace. - Es verdad. Por eso es que la Clave siente curiosidad por el. El es unico-.
- Lo bese una vez- dijo Isabelle, a nadie en particular.
Las cejas de Aline se dispararon hacia arriba.
- En verdad ellos te dejan hacer lo que quieras en New York, no es asi? - dijo ella, sonando medio horrorizada y medio envidiosa. - Recuerdo la ultima vez que te vi , Izzy, tu nunca hubieras considerado... -
- La ultima vez que nos vimos, Izzy tenia ocho años- dijo Alec, - Las cosas cambian. Ahora, vamos a estar aqui el resto del dia, o vamos a bajar y buscar algo para comer, que era exactamente lo que estabamos pensando antes de que Jace subiera a revisar a Simon, ?no?
- Yo podria comer- dijo Simon, sonriendole a Aline, lo suficiente para que pudiera ver sus afilados colmillos. Ella hizo un chillido.
- Ya para Lewis- dijo Jace. - Mira, podras bajar con nosotros si prometes comportarte-
- Lewis?? Ahora me llamas por mi apellido??-
- Yo pense que era mejor que "vampiro"- dijo Jace mientras todos hiban dejando la habitacion, y Simon estuvo de acuerdo, que en todo sentido, eso era cierto.






Pollo!

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