¡La cámara!

¡Por fin!
¡Por fin!
Por fin hoy nos hemos RE-encontrado (suena dramático, ¿verdad?); y aunque haya sido entristecida por la ciática, ¡ha sido una tarde GENIAL!
¡¡Hurra por los pasadizos que se abren por dentro, por fuera, por arriba y por donde uno quiera!! Estoy contenta *se muerde el labio inferior y sonríe como una boba*, ¡soy bipolar!
Os echaba de menos, chicas... (¡Pero por las barbas de George RR Martin!¡Hay que ver lo sensible que estoy!)
>:(
Pues se acabó, a partir de hoy vuelven los posts estúpidos y sin sentido, consideremos esto como un hiatus depresivo y largo, MUY largo. Demasiado largo.
^^

B.

PD: Gracioso es acabar este post tan cutre y que el texto al final no haya tratado sobre lo que pretendía tratar (véase el título).

Morder el aire

¿Alguna vez habéis sabido con certeza que os van a arrebatar algo que os ha hecho muchísima ilusión conseguir?
Por ejemplo, te dicen que has sacado matrícula, y tú sabes que con la suerte que tienes, esa matrícula no era para ti, sino que el profe se ha equivocado. O te van a dar un premio, pero entonces alguien dice que ha habido un error, y antes de que puedas llegar a tocarlo, te lo quitan de la vista y te quedas sin nada.
Pues creo que eso es precisamente lo que me va a pasar a mí uno de estos días...

B.

Fresh Start

Bueno, aquí de nuevo, después de tantísimo tiempo sin escribir... y casi sin entrar al blog.
Sí, aquí estamos de nuevo.
No sé vosotras, pero yo planeo una "fresh start". ¡Totalmente! No solo del blog: me apetece cambiar. ¿Cuántas veces nos habremos dicho a nosotros mismos que queremos cambiar?
Por ejemplo, el otro día estaba frente al espejo, mirando la melena kilométrica que tengo, y no pude evitar soltar varios bufidos. ¡Estoy harta! ¡har-ta! Pillé las tijeras y... las volví a dejar en su sitio después de haber cogido un mechón entre los dos filos y haber esperado que mis dedos se movieran solos durante veinte largos segundos. Me arrepentí sin siquiera haberlo hecho. Me acobardé. Sí, esa soy yo. Pero sin embargo, no dejo de hacerme promesas de que voy a cambiar, aquí y allá, en esto y lo otro.

No obstante, después de reflexionar... creo que ya he cambiado. Dios, parece como si tuviera mil años, pero no he vivido nada.
Así pues, después de esta reflexión metafísica y un tanto deprimente (soy una romántica, qué le voy a hacer: el fastidio universal es parte de mi vida)... pido disculpas por tomarme la justicia, o mejor dicho, el cambio, por mi mano, y haber cambiado el diseño del blog.
I'M SORRY GIRLS.
Lo que pasa es que a estas horas si a una le da por regresar al mundo de las tres adolescentes, chungo lo tiene si quiere avisar al resto. Aunque fijo que una está en el PC o jugando a la PS3, que me la conozco, y la otra... y la otra tal vez esté pensando en sus cosas, tumbada en la cama y sin dormir. O tal vez duerma. No lo sé. Últimamente pienso que no sé muchas cosas que sería tan fácil saber... Esto es lo que hace la conciencia, ¿hacerte pensar por todo? ¿darle mil vueltas a todo? ¿hacer que te preocupes por todo?
Pues ya está bien, Pepito, no quiero más. Déjame en paz un tiempo, que ya es hora de que vuelva el agua a su cauce.

Es todo tan distinto...

B.