jueves, 19 de enero de 2012

Fresh Start

Bueno, aquí de nuevo, después de tantísimo tiempo sin escribir... y casi sin entrar al blog.
Sí, aquí estamos de nuevo.
No sé vosotras, pero yo planeo una "fresh start". ¡Totalmente! No solo del blog: me apetece cambiar. ¿Cuántas veces nos habremos dicho a nosotros mismos que queremos cambiar?
Por ejemplo, el otro día estaba frente al espejo, mirando la melena kilométrica que tengo, y no pude evitar soltar varios bufidos. ¡Estoy harta! ¡har-ta! Pillé las tijeras y... las volví a dejar en su sitio después de haber cogido un mechón entre los dos filos y haber esperado que mis dedos se movieran solos durante veinte largos segundos. Me arrepentí sin siquiera haberlo hecho. Me acobardé. Sí, esa soy yo. Pero sin embargo, no dejo de hacerme promesas de que voy a cambiar, aquí y allá, en esto y lo otro.

No obstante, después de reflexionar... creo que ya he cambiado. Dios, parece como si tuviera mil años, pero no he vivido nada.
Así pues, después de esta reflexión metafísica y un tanto deprimente (soy una romántica, qué le voy a hacer: el fastidio universal es parte de mi vida)... pido disculpas por tomarme la justicia, o mejor dicho, el cambio, por mi mano, y haber cambiado el diseño del blog.
I'M SORRY GIRLS.
Lo que pasa es que a estas horas si a una le da por regresar al mundo de las tres adolescentes, chungo lo tiene si quiere avisar al resto. Aunque fijo que una está en el PC o jugando a la PS3, que me la conozco, y la otra... y la otra tal vez esté pensando en sus cosas, tumbada en la cama y sin dormir. O tal vez duerma. No lo sé. Últimamente pienso que no sé muchas cosas que sería tan fácil saber... Esto es lo que hace la conciencia, ¿hacerte pensar por todo? ¿darle mil vueltas a todo? ¿hacer que te preocupes por todo?
Pues ya está bien, Pepito, no quiero más. Déjame en paz un tiempo, que ya es hora de que vuelva el agua a su cauce.

Es todo tan distinto...

B.

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